
«-¿Quiere usted la salvaciòn de Mèxico? ¿Quiere que cristo sea nuestro rey?
-No»
-No»
De narrativa exquisitamente deleitable y un estilo de altìsima calidad, èste libro se ha convertido en uno de los cuatro o cinco mejores libros que se han escrito en este continente. Puede vèrsele como un libro policiaco, como la vida de dos poetas, como una obra maestra o simplemente como un tributo a la poesìa.
«La vida nos puso a todos en nuestro lugar o en el lugar que a ella le convino y luego nos olvidò, como debe de ser.»
Teniendo como escenario central el Distrito Federal, Arturo Belano y Ulises Lima emprenden la bùsqueda de la poetìsa Cesàrea Tinajero, la cual, los influyò para la creaciòn de su movimiento cultural-literario-poètico: el real viceralismo, que se oponìa radicalmente a los poderes dominantes en la poesía mexicana y al establishment literario mexicano, el cual tenía a Octavio Paz como su figura preponderante. Romper con lo tradicional y establecer la vanguardia.
«Volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial»
Perseguidos, huyen hacia el norte, donde despuès tendràn que separarse, abandonando el movimiento y trasladar la historia veinte años en lugares tales como Barcelona, Paris, Managua, Madrid, Mallorca, San Diego, Tel Aviv, Roma, Pachuca, Viena, Angola y Sierra Leona.
«Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas. »
«Cantemos cosas un poco mas grandes»
«Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas.
«Cantemos cosas un poco mas grandes»
«Oì el silencio»
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